sábado, 16 de abril de 2011

Natalia Conde and the benevolence of suffering for her art

 
By: Cándido Gerón

Fusing into creation is to comprehend the drama of its mysteries. The artist will make sure that his work places that destiny. The artist has no other alternative but to recognize himself in it, because the spirits will always be on his side.
Burt The artist and this art fight within themselves. That is, they compete to exceed each other, just like the intellectual subtlety that desperately creates the strange form of word, with enviable reputation. Impacting technique. Her paintings produce in the spectator a catharsis of dreams and conquests. Her energy is accused by a surprising power of chromatic synthesis. From the point of view of her architecture, her plastic art exhibits, in its whole, a metamorphosis that is consequent with her communicative emotion. The visions of the artist seem to surge from an oneiric world when they transmute the images of their characters which stretch and reconcile in their loves. Parting from these premises, these characters have movement and composition because there is no doubt that Natalia Conde has great dominance over pictorial solutions.
Her biggest interests are the sublimations, the suppositions, the appearances, to spontaneously ex plore in the mystical, similarly, in the origins of humanity, and clearly without falling into prosiness or trivialness. In fact, Natalia Conde is a paintor, with extensive sight, who is not satisfied with the concealed forms of art. Instead, she goes beyond her visions until she establishes a scheme of innovations and discoveries.
 These visions, nevertheless, are affirmed in the academic and in a corollary of subjugative ideas, until they establish a fan of inmutable reflections. Few Dominican artists posses the academic and intellectual knowledge of Natalia Conde. To talk about the enveloping chromatism of her paintings is to perform a mechanical exercise since she already has us accustomed to the seductive light of her paintings. Words cannot express the pleasure that they produce for us, her images, rich in resources and life experiences.
In her paintings, to say it with the words of Carlos Baudelaire: .. “the game at the same time is a violent and contained passion". It is easy to advise the brilliance, joy, and sadness of her models, the inferiority and superiority of some, the tragic sentiment, anodyne, the mixture of rejoice and intemperance. As we have previously affirmed, the axiomatic and primitive, the identity problem and the mystical preoccupation that is the curtain of the scandals and silences that cause languor in the majority of her characters are in them. 

These characters, evidently, reproduce the most faithful mirror of life. Because of this, when studying the art of Natalia Conde, we must be very careful with interpretations, for the case may be that we accept them erroneously. We cannot deny that these characters are violent like the mystical strokes and impulses of the artist and that certain images can lead us to the joys and desperations she reflects. Our major interest in her art is its artistic value, the double nature that stirs up the frontier of the marvelous.
Once more, I will make notice of the dominant personality of Natalia Conde, an artist with many pictorial claws. Curiously, on the other hand, she participates in her paintings as a spectator, inclining herself in a tenebrous manner-as Baudelaire would say-in the ovens of metaphysics. In this manner she approximates to her childhood, and nevertheless, without any effort at all, she paints very rich and spiritual.












Amparo León Cascón: "Natalia Conde, Arte: signo y objeto"


Natalia Conde "Cuando la tierra se enfríe".
Acrílio sobre lienzo.


Por Amparo León Cascón

Miembro del Comite Español de Historiadores del Arte
Exclusivo para ANALISIS


Para aquellos que no conozcan la obra de Natalia Conde, diremos que, como respuesta a una necesidad creativa, esta artista dominicana ha estado investigando en un lenguaje que la identifique hace ya varios años, dando como resultado de tal búsqueda una obra de gran personalidad. Una obra que no solo se plasma mediante la técnica pictórica sino también la escultórica, siempre con gran plasticidad e inquietud técnica.
En sus lienzos la poesía, muy pensada, resuma junto con la fuerza de la expresión. Una simbiosis en donde se mezclan e interactúan elementos que adquieren la complejidad del caleidoscopio. Este contraste de fuerte suavidad es lo que nos desequilibra, nos sacude, nos estimula y atrae nuestra atención. El arte de Natalia Conde resulta, así, un hecho de significación que se ubica a mitad de camino entre el signo lingüístico y el objeto pum. Es la forma de posesión de la naturaleza por la cultura, que promueve al rango de significante a un objeto bruto; lleva a un objeto al rango de signa y muestra en el una estructura antes latente.
La magia, unida a ese don especial del que crea, se desborda en las imágenes de esta pintura, que la convierte en verdadera expresión del espíritu.
Pero los cuadros de Natalia Conde comunican. Comunican precisamente por esa concreta relación entre su signa y el objeto que lo ha inspirado. Y como sostiene LEVI-ESTRAUS en "Entretiens, Le em et le Cmit, Obertura" (Versión española: Lo crudo y lo cocido, EC.E., 1968) "Si esta relación de iconicidad no existiera, ya no estaríamos ante una obra de arte sino ante un hecho de orden lingüístico, arbitrario y convencional; y si, por otra parte, el arte fuese una imitación total del objeto, ya no tendría mas el carácter de signo".
Si queda en el arte una relación sensible entre signos y objetos es porque su iconicidad le permite adquirir valor semántico; y si, por otra parte, tiene valor de signo, es porque, de un modo u otro, presenta los mismos tipos de articulación que el lenguaje verbal.
 La magia, unida a ese don especial del que crea, se des borda en las imágenes de esta pintura, que la convierte en verdadera expresión del espíritu.
Cuando Dionis hace su análisis de la estética parece que se refiera a esta artista: “indagación de la naturaleza de la perfección sensorial, la experiencia de la belleza ... El arte tiene un tema, unas . . emociones, unas pasiones y unos sentimientos”.
Cualquier acontecimiento visual es una forma con contenido, pero el contenido esta intensamente influido por lo significante de las partes constituyentes, como el color, el tono, la textura, la dimensión, la proporción y sus relaciones compositivas con el significado. En este sentido, Natalia consigue la armonía de las formas a través del equilibrio compositivo, la unidad, la profusión de cuerpos y matices de color, la sutileza, la coherencia ... La textura juega con nuestro sentido táctil, alternando lo terso del óleo y el agua, lo rugoso de la espátula en figuraciones humanas que adquieren casi proporciones naturales, lo cual nos embebe más ADN, nos hace sentimos dentro de la obra, convertida en parte integrante de nosotros o convertimos en un componente más de la misma. Pero lo que sin duda alguna sobresale en las obras de Natalia es el color, ese color cargado de mil matices, que hace y deshace, compone y desfigura. Ese color ora cálido para los seres humanos, ora frío para una naturaleza presente. El color que pregona la presencia de la luz, otorgándole una profundidad de campo que nos hace reflexionar sobre lo que otra realidad ajena, no material.
 Lo que uno ve es una parte fundamental de lo que uno sabe. "Y que es lo que sabemos de nuestra sensibilidad, de nuestra África, de nosotros mismos? Quizás para descubrirlo, para "descubrirnos" necesitemos el arte, a pintura. Esta pintura por la que se desvive su autora, con la que logra desde su particularidad la generalidad del sentimiento humano, haciendo que cada una de las personas que contemplamos su obra formemos parte del proceso comunicativo.
Y es que Natalia Conde se nos muestra tal como es, con todas sus emociones, sus sueños, con todo lo que tiene que decirnos sin hablarnos. Solo necesita para ello de su pincel, su espátula, sus lienzos y, por supuesto, de su paleta. Disfrutemos de ello en toda su esencia, en toda su particularidad y en toda su generalidad.
“Natalia consigue la armonía de las formas a través del equilibrio compositivo, la unidad, la profusión de cuerpos y matices de color, la sutileza, la coherencia ... La textura juega con nuestro sentido táctil, alternando lo terso del óleo y el agua, lo rugoso de la espátula en figuraciones humanas que adquieren casi proporciones naturales”.

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Publicado por: ANALISIS, revista de la cultura dominicana. Año 22 No. 135. Mayo 1999.   
ISSN: 1027-9717
Págs. # 46-48. Santo Domingo.



















“Poblando mi Silencio"


HOY
Santo Domingo
La Escuela de Negocios Barna Business School, inauguran sus nuevas instalaciones de la John F. Kennedy 34 próximo a la Avenida Tiradentes, Naco, el jueves 10 de mayo  con la exposición: “Poblando mi Silencio”. 

Un encuentro con el arte abstracto de la artista dominicana Natalia Conde, quien presentará treinta obras realizadas en técnica mixta sobre lienzo.
El anuncio fue realizado por Fernando Ferrán decano de Relacionales interinstitucionales de la escuela quien precisó que los alumnos de Barna desarrollan junto a un excelente conocimiento gerencial, sensibilidad hacia el arte, los valores, y sobre todo asumen una cuota de responsabilidad social con el país donde viven.

Destaco Ferrán, que Natalia Conde se distingue por la fuerza de su dibujo, el colorido de sus composiciones, de modo tal que complace al más exigente de los gustos, reafirmando la trascendencia de la muestra.
Además se llevará a cabo una conferencia sobre la obra de la opositora a cargo del crítico de arte Abil Peralta Agüero, miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte AIDA – UNESCO, y actual director del Museo del Dibujo Contemporáneo.
Entre las obras a exponer por Natalia Conde se citan: Conjura de la materia, EI alma en su casa, INRI, La Odisea, Canto 12, Lo voy a hacer porque no me gusta la injusticia, Madre de la tierra, Mutantes, Poblando mi silencio, Rostros en el cielo. Rostros en el tiempo, Trama del desespero, entre otros títulos.
EI reconocido artista y publicista de fama mundial, el mexicano Félix Beltrán, de la Universidad Autónoma Metropolitana, de México DF., expresa de Natalia, lo siguiente: Entre los interpretes mas destacados de la pintura abstracta de la República Dominicana, se encuentra Natalia Conde, en una de sus etapas mas fructíferas, después de transitar por ciertos realismos de escenas de atractivos calares”. 
Y continua afirmando Beltrán: “Su pintura más reciente parte de texturas táctiles, de pintura esparcida sobre tela, cercana a la pintura de acción. Abundantes texturas coloreadas, planos de bordes difusos hasta propiciar composición de partes diferenciadas a través de enormes dimensiones, impactante para el publico. Se trata de una pintura  distante de ciertas modas. Su pintura es plena, una contribución a nivel internacional”.
Natalia Conde nació en María trinidad Sánchez, Es egresada de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, recibiendo premios en dibujo y pintura en concursos celebrados en la academia. Su obra se ha exhibido en museos, universidades y galerías de países como: Cuba, México, Italia, Puerto Rico, Estados Unidos y Argentina. En cada obra, crea un mundo tan completo que sorprende al espectador por los prolegómenos paralelos que establecen sus formas y la gravitación de sus figuras. Es una artista que no se detiene ante el dilema de la vida. Por el contrario, siempre se le observa tratando de fusionar los procesos externos e internos de la creación en una agitación que no solo  envuelve destino, unidad, armonía y maduración.


Periódico HOY.
Sábado 5 de Mayo del 2007.
Pág 2c Sección Vivir.

Natalia Conde expone “Antítesis de la Memoria”, en la Fundación Guayasamín



Listín Diario

Santo Domingo
La artista Natalia Conde ofreció un cóctel para dejar inaugurada su exposición “Antítesis de la Memoria”, en la que presenta una gran variedad de cuadros trabajados en varios formatos y técnicas.
La exposición se presenta en los salones de la Fundación Guayasamín, donde se exhibe una gran variedad de cuadros en diferentes formatos.
Para la artista, sus cuadros son expresionistas, ya que reflejan la parte exterior del ser humano, y surrealistas por la línea onírica, poética de las obras.
Conde trabaja la figura huma) la de una manera estilizada que le va perdiendo en un fondo abstracto.
Candido Gerón, en la presentación del catalogo expresa que los trabajos de la artista: son impactantes, sus pinturas producen en el espectador una catarsis “de sueños y conquistas”.
Dijo que las visiones de la artista parecen surgir de un mundo onírico, al transmitir las imágenes de sus personajes, las cuales se distienden y se reconcilian en sus amores. Partiendo de estas premisas, personajes disponen del movimiento y de la composición, porque no hay duda de que la artista tiene un gran dominio de las soluciones pictóricas.
"Lo que mas le interesa a ella son las sublimaciones, los supuestos, las apariencias, para explorar de manera espontánea en lo místico, que es lo mismo que decir en los orígenes de la humanidad, pero, claro esta, sin caer en prosaísmo o trivialidades. De hecho, Conde es una pintora con amplitud de miras, que no se contenta con las formas manidas del arte, sino que va mas allá de sus visiones hasta establecer un esquema de innovaciones y descubrimientos" .
A la muestra asistieron amantes de las artes, diplomáticos, así como relacionados y amigos, quienes pudieron observar la exposición que estará abierta por espacio de dos semanas.




Humanistic solemnity and conscientiousness in the orphean images of Natalia Conde’s Painting



By: Abil Peralta Agüero 
Each moment of social, political and cultural history of humanity is expressed as a print, a stamp or an emblem in the artistic iconography that man, in each of his respective degrees of civilization, marks in a cavern, a wall, marble, cloth or wood.
That is the case of the extended iconographic gallery that the lower Paleolithic man left recorded in the gallery of images tha magically expresses the primitive intuition and drawing in the caves of Lacaux and Altamira. This can also be seen in the aesthetic memory of the Hellenic art, Romantic art, Italian and Spanish Renaissance, French Romanticism or more recently in the dramatic critical manifestation belonging to the aesthetic codes of Modern Art.
As a link interacting between the most diverse proposals and typologies of the history of art, we warn that the theme, the critical thinking of art focus on the affirmation of drama and the social commitment as direct referents of human redemption needs. Humanity, through an invisible voice claims and will always claim the artist as the most authentic holder of the voice that thinks for everybody.
The dominican painter Natalia Conde, discovered by the dominican master sculptor Antonio Prats Ventós, has decided, according to what her pictorial signology projects, to be a particular artist. Not an artist from the peripherical history but one of those who take the responsibility, the right to rip the veil of  human conscience, claiming the truth of faith, the depth of wounds and the painful signs that have marked history from the time of our origins, expressed through individual and collective violence, love erosion or war wickedness.
She is an artist who sensibly prophases the urgency of peace and asks for psalmist actions against war in her hieratical pictoric scenes.
Natalia Conde's neo figurative formulation gets drama as part of an epic and solemn vocabulary that from her orphean atmosphere denies all theatrical scenes in order to be translated or to evoke a climate where symbol prevails. All these achieved from the fornulation of aesthetic phenomena expressed through the potencialization of spectral light, dense color, sectional glaze, vaporous texture, internal drawings and a volumetric movement near the sculptural rhythm in the anatomic exposition of bodies. Exposition that in Pero della Francesa or El Greco succed in slating visual phenomena ruled by a strong internal plastic tension.
Her painting emerges from the exercise of a focalized look to the substance of conscience of history. The windingly shape of bodies that she designs, structures and integrates in her cloths, a delicate volumetric form, creates states pertaining to the spectator's eyesight from a tension between volume and movement. This is provoked as a perceptive phenomenon seeing in a “gathering” way, the dramatic mass of naked bodies manifestating complete absence of psychological action.
By using chromatic resources, shown in her cloths as alchemic colors, abrasive, almost sour, we can appreciate vibratic and long mystical transubstantial figures due to non-visible flares. These flares have taken away materiality from their souls. Her art is emotive and spiritual, enriched by the iconic images of solid bodies that lead us to critical thinking.
These are, in her works of art, bodies that in their lost of faces retain a enigmatical identity that could be any of our faces. Faces that show possible victims in any scenario from the war of violent barbarism that today attack humanity from everywhere.
Her daring chromatism, treated over the cloth as fotagge, harmony, spirit and the dramatic splendor of her compositional structures lead us to remember the mass of angels of “Asunción” shown in Cinquencento Corregio or Rubens' flamenco in his celebrated painting “los horrores de la Guerra”, painted by the Duke of Toscana and where the painter wrote “this lugubrious matron dressed in black is the unhappy Europe sad for so many wars, rapine, outrage and misery”.
The artist enlarges the composition of her internal architectural harmony with the balance of tones and dominant rhythms that accentuate in her dramatic and symbolic spectrum the overlapling of nude bodies that take and reflect light units. These units provoke powerful reflective sensations and mystic states in the spectators, both over the pass of life and the terrible auto destructive capacity of humanity.
1n occasions the painter, showing her great dominium of volumetric and visual composition, constructs scenes in which we perceive mixed up bodies horizontally, diagonally and verticality. This last expositive linearity is accentuated by the dramatic plastic movement of motionless bodies ready to lay on the floor, showing a strong symbolism among the fragility of life and human condition.
These dense plays of luminic effects provoke a cataclysmic sensation in the perceptive look. The artist gets them from her capacity to administrate the force of her interior drawing, stylistic resource that she makes prevail both in her works of art with a strong dramatic accent and in those where she celebrates the ancestral identity or manifests the unsoundalbe laborious study of the orphean.
In Natalia Conde's art acts and plastic initiatives operate over the cloth, from her personal perspective, her aim at the conscious destruction of the visible world and it’s later reconstruction. This is her way of activating internal forces that are true to her creative identity, getting closer to the complex aesthetic phenomena that Paul Cezanne defined as "Pettit sensation".
Drawing, design, equilibrium, rhythm and romantic compositional structure, plus her intuitive and sensible administration of the foreshortening in her bodies, make these paintings owners of an atmosphere usually defined as a state of permanent evaporation, personal creation. Natatlia Conte's art is near symbolist painting, gathering the aesthetic priority with the social aspect, holding consciousness clearly defined in her semantic and visual temperament.
The capacity of linking sources from reality and from the unconscious, let us appreciate her stylistic phenomena as sensitive experiences ruled by a strong philosophical sense of humanity, existentialism, and spirit.
This is as if the artist wants to set up the dream republic in her canvas so as to prevent scenes as dramatic and apocalyptic as the holocaust, the Balkan war, September 11th.
We believe in this kind of aesthetic, philosophical and conceptual manifestation. Her sensibility and creative conscience makes evident in each of her canvas rigor in design, constructive spirit, dynamic harmony and wise games that lead her art to states of equilibrium and depth. All these features speak very well of her creative capacity as an artist who all along her career has preferred developing a discrete artistic personality, away from the banners that announce the more and more complex show of art in our days.
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"Sobre las huellas, camino" Museo de las Casas Reales. 22 de Marzo de 2005.
Santo Domingo. República Dominicana.














Solemnidad y concienciación humanística en las imágenes órficas de la pintura de Natalia Conde


Por: Abil Peralta Agüero

Cada momento de la historia social, política y cultural de la humanidad se manifiesta como huella, sello o emblema de la historia misma en la iconografía artística que el hombre, en cada uno de sus respectivos estadios de civilización deja marcado en la caverna, el muro, en el mármol, en la tela o la madera.
Justo así podemos comprobarlo en la amplia galería iconográfica que el hombre del paleolítico inferior deja grabadas en la galería de imágenes que como mágica expresión de la intuición primitiva pinto y dibujo en las cuevas de Lacaux y Altamira; o bien en la memoria estética del arte helénico, el arte románico, el renacimiento italiano, el renacimiento español, el romanticismo francés, o mas recientemente en la dramática manifestación critica correspondiente a los códigos estéticos del arte moderno.
Como línea de enlace que interactúa entre las mas diversas propuestas y tipologías de la historia del arte, advertimos que como eje temático, la conciencia critica del arte apunta hacia la afirmación del drama y el compromiso social como referencia directas a las necesidades de redención que la humanidad, mediante voz invisible reclama y reclamara siempre del artista como el mas autentico portador de la voz que piensa en el nombre de todos.
La pintora dominicana Natalia Conde, tocada por la mirada del descubrimiento del maestro escultor dominicano Antonio Prats Ventós, ha decidido según proyecta la signología de su pictorialidad, ser una artista de las que no andan transitando por la periferia de la historia, sino de aquellas que asumen con responsabilidad el derecho a desgarrar el velo de la conciencia humana; reclamando la verdad de la fe, la profundidad de la herida y los signos que el dolor que ha marcado desde los tiempos mismos de nuestro origen primigenio, expresado a través de la violencia individual y colectiva, la erosión del amor o la perversidad de la guerra.
Se trata de una artista que profetiza con gesto sensible la urgencia de la paz, y pide acciones salmísticas en contra de la guerra en sus hieráticas escenas pictóricas.
Las formulaciones neo figúrales de Natalia Conde asumen el drama como parte de un vocabulario épico y solemne que desde su atmósfera órfica, niega toda articulación escénica de teatralidad, para traducirse o evocar un c1ima en el que prevalezca el símbolo, a partir de la formulación de fenómenos estéticos expresados a través de la potenciación de la luz espectral, el color den so, la veladura seccionada, la textura vaporosa, el dibujo interior y una volumetría y movimiento próximos al ritmo escultórico en la exposición anatómica de los cuerpos que a la manera de la Piero della Francesca o el Greco logra traducir a fenómenos visualisticos normados por una fuerte tensión plástica interior.
Su pintura emerge del ejercicio de una mirada focalizada hacia la sustancia de la conciencia de la historia, por lo que la forma serpenteante de los cuerpos que diseña, estructura e integra a sus telas, a partir de una volumétrica ingrávida, crean en el espectador estados visivos de una fuerte tensión entre volumen y movimiento, provocando como fenómeno perceptivo que veamos a la manera de "amontonamiento" dramáticas masas de cuerpos desnudos que en su expresión inerte manifiestan toda ausencia de acción psicológica.
Utilizando recursos cromáticos que expone en sus telas como alquímicos colores abrasivos, casi ácidos, vemos emerger figuras vibrantes y alargadas como místicamente transustanciadas por llamaradas no visibles que le han arrancado la materialidad de sus almas. Su arte es emotivo y espiritual, enriquecido por las imágenes icónicas de unos cuerpos macizos que nos golpean hasta el razonamiento crítico.
Hay en sus obras, una suma de cuerpos que en su falta de rostros aguardan una identidad misterica que bien pudiera ser el rostro de cualesquiera de nosotros, victimas posibles en cualquier escenario del mundo de la barbarie de la guerra o la violencia desatada que hoy ataca por todos los flancos de la humanidad.
Su audaz cromatismo, tratado sobre la superficie telica a la manera de los efectos del frotagge, la armonía, brío y esplendor dram6tico de sus estructuras compositivas nos llevan a recordar esas masas de Ángeles que en su "Asunción" nos expuso en el Cinquencento Corregio o bien el flamenco Rubens en su celebrada obra "Los horrores de la guerra", pintada para el Duque de Toscana, y sobre la que el pintor escribiera: "Esa lúgubre matrona vestida negro, es la infeliz Europa afligida por tantas guerras, por la rapiña, el ultraje y la miseria".
La composición de una consumada armonía que domina la arquitectura interior de sus obras, la artista la enriquece a partir del equilibrio de tonos y ritmos dominantes que acentúa en su espectro dram6tico y simbólico al superponer cuerpos que en su desnudez asumen y refractan unidades de luz que provocan en el espectador poderosas sensaciones de reflexión existencial y estados mistericos, tanto sobre la transitoriedad de la vida como sobre la terrible capacidad autodestructiva de la humanidad.
En ocasiones la artista, dando demostraciones de un sabio dominio de la volumetría y la composición visual, estructura escenas en las que percibimos cuerpos cruzados en horizontalidad, la diagonalidad y la verticalidad, esta ultima linealidad expositiva atrevidamente acentuada por el dramático movimiento plástico de cuerpos inertes en posiciones de precipitación hacia el suelo, exponiendo así un fuerte simbolismo sobre la fragilidad de la vida y la condición humana.
Esos densos juegos de reflejos lumínicos que provocan en la mirada perceptora sensaciones cataclismica, la artista los obtiene de su capacidad para administrar 10 fuerza de su dibujo interior, recurso estilístico que hace prevalecer tanto en su obra de fuerte acento dramático como en aquellas en las que celebra la identidad ancestral o manifiesta lo insondable e lucubración de lo onírico.
En el arte de Natalia Conde operan los actos y las iniciativas plásticas de apuesta hacia la destrucción consciente del mundo visible y su posterior reconstrucción sobre la tela desde su óptica personal, como una forma de activar impulsos interiores que lo mantengan fiel a su identidad creadora, aproximándose a ese complejo fenómeno estético que Paul Cesanne definió como "petitle sensation".
Dibujo, diseño, equilibrio, ritmo y armónica estructura composicional, sumados a su intuitiva y sensible administración de los escorzos en sus cuerpos, hacen de esta pinturas, portadoras de una atmósfera que la define visualmente como en estado de evaporación permanente, un acto de creación personal que aproxima la obra de Natalia Conde a los estadios de la pintura simbolista que, conjugando la prioridad del acto estético con lo
social, suscribe ideas de concienciación claramente definidas en su semántica y temperamento visual.
Esa capacidad de establecer una conectiva entre las fuentes de la realidad y la provisión inagotable del inconsciente, permite que concibamos sus fenómeno estilístico como vivencias sensitivas normados por un fuerte sentido filosófico de lo humanístico, existencial y espiritual.
Es como si la artista aspirara a fundar la republica de los sueños en sus telas, como para que jamás se repitiera ante la mirada humana, escenas tan dramáticas y tan apocalípticas como el holocausto, la guerra de Los Balcanes, el once de septiembre ..
Creemos en este tipo de manifestación estilística, filosófica y conceptual, porque el margen de que es caligrafía de su sensibilidad y de su conciencia creadora, patentiza en cada una de sus telas, rigor de diseño, espíritu constructivo, armonía dinámica y sobrios juegos de proporciones que elevan su arte a estados de equilibrio y profundidad que hablan muy bien de la capacidad creadora de una artista, que a lo largo de su carrera pictórica ha preferido apostar a la definición de una personalidad artística discreta, apartada de los carteles que anuncian el cada vez más complejo espectáculo del arte de nuestro tiempo.
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Publicado en: Catálogo de la muestra "Sobre Las Huellas, Camino". Museo de las Casas Reales. 
22 de marzo del 2005. Santo Domingo. RD













“Antítesis de la Memoria” en la Casa Guayasamín


Por: May Ling Joa /Reportera Juvenil
La penumbra que cubría una pequeña parte de la calle E1 Conde de nuestra Zona Colonial, quedó iluminada por los destello de luz y color que irradiaban los cuadros de Natalia Conde, colgados en las paredes de la Casa Guayasamín.
“Antítesis de la Memoria” es la primera exposición individual de la artista dominicana quien ha participado en exposiciones colectivas internacionales y ha sido merecedora de premios en diversos concursos.
Natalia Conde utiliza colores que van desde los acres, azules, naranja, violeta, hasta los tonos tierra. La temática tiene como elemento fundamental la figura humana, trabajada con la técnica del cubismo, que permite proyectar las imágenes desde distintos ángulos, perdiéndose siempre en un fondo abstracto. Su arte puede definirse como expresionista y surrealista. La pintora lo describe, en sus propias palabras, como su vida.
Laura Gil, antigua profesora de Natalia Conde, introdujo la colección. También estuvieron presentes los señores Luís Narváez y Uno Pena, embajador y cónsul, respectivamente, de la Republica de Ecuador, entre otras personalidades.
La participación inesperada del locutor Osvaldo cepeda añadió una chispa poética a una noche ya mágica al decir “ ... nosotros podemos tener las palabras. pero usted tiene el colorido ...” refiriéndose a la belleza de lo creado por la artista.

Natalia conde y la benevolencia de sufrir por su Arte





Por: Cándido Gerón 

Fundirse en la creación es comprender el drama de sus misterios. EI artista hará que su obra emplace ese destino. EI artista no tiene otra alternativa que reconocerse en ella, porque siempre los espíritus se pondrán de su parte.
EI arte y el artista luchan dentro de si mismo, es decir, compiten para superarse uno al otro. Como la sutileza intelectual que crea con desesperación la forma extraña de la palabra, con envidiable reputación.
Impactante su técnica. Sus pinturas producen en el espectador una catarsis de sueños y conquistas. Acusa su energía un poder de síntesis cromática sorprendente. Desde el punto de vista de su arquitectura, su obra plástica expone en su conjunto una metamorfosis consecuente con su emoción comunicativa.
Las visiones de la artista parecen surgir de un mundo onírico, al transmutar las imágenes de sus personajes, las cuales se distienden y se reconcilian en sus amores. Partiendo de estas premisas, estos personajes disponen del movimiento y de la composición, porque no hay duda de que Natalia Conde tiene un gran dominio de las soluciones pictóricas.
Lo que mas le interesa a ella son las sublimaciones, los supuestos, las apariencias, para explorar de manera espontánea en lo místico, que es lo mismo que decir, en los orígenes de la humanidad, pero, claro esta, sin caer en prosaísmo o trivialidades. De hecho, Natalia Conde es una pintora con amplitud de miras, que no se contenta con las formas manidas del arte, sino que va mas allá de sus visiones hasta establecer un esquema de innovaciones y descubrimientos.
Estas visiones, no obstante, se afirman en lo académico y en un corolario de ideas subyugantes, hasta establecer un abanico de reflexiones inmutables.
Pocas artistas dominicanas poseen el bagaje académico e intelectual de Natalia Conde. Hablar del cromatismo envolvente de su pintura, es hacer un ejercicio mecánico, puesto que ya nos tiene acostumbrados a la seductora luz de sus cuadros. Ni que decir del placer que nos producen también, sus imágenes, ricas en recursos y vivencias.
En sus pinturas, para decirlo con palabras de Carlos Baudelaire: "el juego es una pasión violenta y con tenida al mismo tiempo”. Es fácil advertir sus fulgores, las alegrías y tristezas de sus modelos, la interioridad y superioridad de algunos, el sentimiento trágico, anodino, la mezcla de regocijo y destemplanzas. Hay en ellas, como ya hemos afirmado
en otros trabajos, lo axiomático y primitivo, el problema de la identidad y la preocupación mística que es el telón de escándalos o silencios que desmadejan la mayoría de sus personajes.
Estos personajes, evidentemente, reproducen el más fiel espejo de la vida, por ello, al estudiar el arte de Natalia Conde, debemos tener mucho cuidado en las interpretaciones, pues, se puede dar el caso de que las aceptemos erróneamente. Aunque no podemos negar que estos personajes son violentos como las pinceladas e impulsos místicos de la artista, que ciertas imágenes pueden llevarnos a las alegrías y desesperos que ella refleja, pero lo que más nos interesa en su arte es el valor artístico, la doble naturaleza que suscita la frontera de lo maravilloso.
Haré observar una vez mas, la dominante personalidad de Natalia Conde, una artista de muchas garras pictóricas. Por otra parte, y como forma curiosa, ella participa en sus pinturas como espectadora desinteresada, inclinándose tenebrosa -como diría Baudelaire- en los homos de la metafísica. De esa manera, se aproxima a su infancia y, no obstante,  y sin esfuerzo alguno, pinta muy rica y espiritualmente. 

Publicado en: catálogo "Antítesis de la memoria" Págs. 3 & 4
Fundación Guayasamín / Santo Domingo. 1998.


miércoles, 13 de abril de 2011

Antonio Prats Ventós: Natalia Conde



By: Antonio Prats Ventós

Ever since the beginning, when she studied in the Plastic Arts School of the Pedro Henríquez Ureña National University, her teachers realized that she was something special: She had an inquisitive attitude that went beyond our answers. She didn't limit herself to what we taught her based on a program. Instead, she would work more than what we would ask her to and she would question more than we could answer.
Years of experience with students gave us the intuition that Natalia Conde was going to be an artist.
I have to clarify that an Art Schools teaches craftmanship to facilitate expression in any artistic manifestation, but they are not factories of artists. This depends on the sensibility of each person, on his creative imagination, on his work capacity, and on his sense of aesthetics , without caring about the incidences of daily life. He has to do his artwork passionately all the time.
This is the case of Natalia.
Her personality, her ease, the formats, and her constant dedication allows us to assure that the promise that she made her teachers believe, that they had AN ARTIST -in capital letters- in formation, has been amply fulfilled. Continue like that Natalia.
 September 5th, 1998

Antonio Prats Ventós: Natalia Conde



Por: Antonio Prats Ventós

Desde un principio, cuando ella estudiaba en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, nos dimos cuenta los profesores, que era algo especial. Tenia una actitud inquisitiva que iba mas allá de nuestras respuestas. No se limitaba a lo que le enseñábamos, basado en un programa, sino que trabajaba más de lo que le pedíamos y preguntaba más de lo que podíamos contestar.
Años de experiencia con alumnos nos hacían intuir que Natalia Conde iba a ser artista.
Tengo que aclarar que las Escuelas de Arte enseñan oficio para facilitar la expresión en cualquier manifestación artística, porque no son fabricas de artistas. Esto depende de la sensibilidad de cada persona, de su imaginación creadora, de su capacidad de trabajo y de su sentido de lo bello, sin importar las incidencias del diario vivir. Tiene que hacer su obra apasionadamente todo el tiempo.
Y este es el caso de Natalia.
Su personalidad, su soltura, los formatos y su dedicación constantes nos permiten asegurar que aquella promesa que nos hizo creer a sus profesores que teníamos UNA ARTISTA -con mayúscula- en formación, ha sido cumplida con creces. Sigue así Natalia.
5 de septiembre del 1998.






María Ugarte: The art of Natalia Conde




By María Ugarte
Dominican Republic Correspondant.
Tiempos del Mundo

In the search for something original and different, Natalia Conde, sure of herself, has created, is creating and will probably continue to create over the canvas a universe of creatures full of rhythm and mystery, some inspired in feelings or in ideas; others, in turbulent happenings, in catastrophes, in tremendous and absurd experiences.
For this dominican painter, the art, the paint, is not a means of life nor a function, instead, it is the necessity to give free rein to her fantasies, to her open temper; to completely overturn in the invention of those round and at the same time, indecisive beings, that impetuously pass through her paintbrushes to, once captured on the cloth, convert them into her participants in dialogues, jesters and mischievous beings on occasions, frequently serious and stem, but always innermost. The accentuated volume that she accomplishes in her works imprints sculptoristic value to the forms and adds strength to her paintings of intense and sober tones, sometimes monochromatic, in which the shadows and lights harmoniously combine or struggle to destroy one another.
Let nobody look for neither sensibilities nor feminine primeness in Natalia Conde's art. Instead, have them try to guess her creating uneasiness and her constant desire to discover, in the middle of the illuminated obscurity, the human being with his great defects and his great virtues; with his joys and sorrows; with his successes and failures. Because between volumes and roundnesses she looks to accomplish in her works that anguished synthesis capable of revealing, in a bold trait, in a confusing figure, in daring curves, the hidden beauty that she does not want to let escape. Natalia Conde is very passionate of her art; its irredeemable slave. And with her dominating and delightful optimism, before the virgin painting that will serve as support of her dreams, of her hopes, and of her inspiration. It does not matter that her characters are tragic, that her themes are somber, that the forms result enigmatic and imprecise. Because the artist will continue her task with decision, with joy, with an optimistic vision of life.
Singular contrast that of Natalia Conde: a creator capable of capturing on lines, colors, and voluminous death scenes, anguishes and tragedies, and that, at the same time, as a human being, she is open, vivacious, and optimistic.
In the paintings that she presents today in this her second individual exposition the good observer can acknowledge the unbendable personality of this young Dominican artist.

By María Ugarte Art Critic  / Tiempos del Mundo
Thurs 24 of July 2003. Art y culture. Page 49.

María Ugarte: El arte de Natalia Conde



Natalia Conde "Raices en el eterno pasado". 40 x 65.

Por; María Ugarte
Corresponsalía República Dominicana.
Tiempos del Mundo
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A la búsqueda de algo original y diferente, Natalia Conde, segura de si misma, ha creado, crea y probablemente seguirá creando sobre el lienzo un universo de criaturas plenas de ritmo y de misterio, inspiradas unas en sentimientos o en ideas; otras, en acontecimientos turbulentos, en catástrofes, en tremendas y absurdas experiencias.
Para esta pintora dominicana, el arte, la pintura, no es un medio de vida ni un oficio, sino una necesidad de dar rienda suelta a sus fantasías, a su temperamento abierto; de volcarse entera en la invención de aquellos entes rotundos e indecisos a la vez, que pasan impetuosamente a sus pinceles para, una vez plasmados en la tela, convertirlos en sus interlocutores, burlones y traviesos en ocasiones, graves y adustos con frecuencia, pero siempre entrañables. 
El acentuado volumen que logra en sus trabajos imprime a las formas valor escultórico y agrega fuerza a sus cuadros de tonalidades intensas y sobrias, a veces monocromáticas, en los que las sombras y las luces se combinan armoniosamente o luchan por destruirse unas a las otras.
Que nadie busque en la pintura de Natalia Conde sensiblerías ni remilgos femeninos. Que trate en cambio de adivinar en ella la inquietud creadora y su deseo constante de descubrir, en medio de la oscuridad iluminada, al ser humano con sus grandes defectos y sus grandes virtudes; con sus alegrías y sus tristezas; con sus éxitos y sus fracasos.
Porque entre volúmenes y redondeces persigue lograr en sus obras la ansiada síntesis capaz de revelar, en un rasgo audaz, en una confusa figura, en unas curvas atrevidas, la belleza oculta que no quiere dejar que se le escape.
Natalia Conde es una apasionada de su arte; su esclava irredimible. Y con su optimismo avasallador se regodea ante el lienzo virgen que habrá de servirle de soporte a sus sueños, a sus esperanzas, a su inspiración.
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Por María Ugarte / Tiempos del Mundo
Jueves 24 de Julio de 2003. Arte y cultura. Página 49.
Obra que acompañan el artículo:
La Levedad del Ser.
Masacre en Kosovo.



martes, 29 de marzo de 2011

La trayectoria creativa de Natalia Conde Bidó


La artista en su taller. 
La artista, es una investigadora infatigable en las disciplinas y técnicas del dibujo, el muralismo, la escultura, la pintura y el paisaje. Sus obras se distinguen por la fuerza vertiginosa en sus dibujos y el colorido de sus composiciones.  En cada obra, crea un mundo  tan complejo que sorprende al espectador por los prolegómenos  paralelos que establecen sus formas y la gravitación de sus figuras. Es una artista que no se detiene ante el dilema de la vida. Por el contrario, siempre se le observa tratando de fusionar los procesos externos e internos  de la creación  en una agitación  que no solo envuelve destino, unidad, armonía, maduración, intensidad y contemplación sino que además, pinta con una trascendencia expresiva y magisterial que subyuga y complace. 
Natalia Conde Bidó nace en Maria Trinidad Sánchez, República Dominicana. 
1995
Egresada de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), donde es galardonada con el Primer Premio de Dibujo y con una Mención de Honor en Pintura en el concurso realizado por ese notorio centro académico. En ese mismo año la artista participa en el “Concurso de Escultura Antonio Prats Ventós”, celebrado en el Centro de Cultura Hispánica; institución satélite de la Agencia Española de Cooperación y de la Embajada de España en República Dominicana.
1996
Invitada a participar en el “Festival del Fuego” de Santiago de Cuba.
Participa junto a los artistas cubanos Oscar Carballo, Luís Arturo Salázar y Enrique Angulo en la colectiva de arte contemporáneo “3+1, Tierra, Agua, Aire, Fuego; Elementos que Somos” en la Galería La Paleta de Santo Domingo.
Una obra de su autoría fue seleccionada para participar en una exhibición realizada por la Casa de España en Santo Domingo, República Dominicana en honor al maestro Antonio Prats Ventós.
1997
Parti
cipó en una muestra colectiva de artistas y maestros de la plástica dominicana en honor al poeta Manuel del Cabral.  En la Fundación Manuel del Cabral, en Santo Domingo. República Dominicana.
Participó en el homenaje póstumo en honor a Osvaldo Landerborgh. En la Fundación Manuel del Cabral, en Santo Domingo. República Dominicana. 
Participó en la colectiva  “Umbrales” organizada en la Galería de Guillo Pérez en la ciudad de Santo Domingo. República Dominicana.
1998
Realizó su primera muestra individual titulada “Antítesis de la Memoria” en la Fundación Guayasamín. Santo Domingo. República Dominicana. 
Invitada a exhibir en  "Touchstone Gallery", en Washington DC. Estados Unidos.
Expone junto a un grupo de artistas nativos en el Centro Cultural Recoleto, en una muestra titulada “Colores en la arena”, en la ciudad de Buenos Aires. Argentina.
1999
Dos (2) de sus obras fueron seleccionadas en la “XXI Bienal Nacional de Artes Visuales”, evento celebrado en el Museo de Arte Moderno de Santo Domingo. República Dominicana.
Participa en la muestra colectiva “El Mundo del Arte Latino Americano” Galería Nader. Dedicada a la “II Cumbre de Gobiernos y Jefes de Estados ACP”. En Santo Domingo . República Dominicana.
2000
Realiza su segunda muestra individual Enigma los sueños, en la Sala principal del Museo de Arte Moderno de Santo Domingo. República Dominicana.  La presentación del catálogo estuvo a cargo de María Ugarte, Premio Nacional de Literatura (2008), y pionera de la crítica de arte en la República Dominicana.
2002
Es invitada a la muestra
Símbolos sin fronteras”, realizada en la sala Adamo Boari, del Museo de Bellas Artes de México, DF.
Participó junto a 16 pintores dominicanos en la muestra “Laberintos inexplorados en la pintura dominicana”, realizada en la casa del Lago – Maestro Juan José Arreola, de la Universidad Autónoma de México (UNAM).
2003
Participa en la exposición “Doce Pintores Latino-Americanos” realizada en México DF, con motivo de la Independencia Nacional Dominicana. En la Galería Zulú Polanco. México DF.
Participó en la exposición colectiva “Women in the Arts” realizada  en el Latin American Arts Museum de los Estados Unidos en honor al Día Internacional de la Mujer. Miami. Florida.
2005
Realizó su segunda exposición individual titulada:
Sobre las huellas, camino, en el Museo de Las Casas Reales. Santo Domingo. República Dominicana.
Participa en la subasta Newcomers Club. El evento se llamó “An Evening with the Arts”. En San Juan, Puerto Rico.
2006
Su obra forma parte de la “Colectiva de Artistas Dominicanos”, en el Instituto Italo Latinoamericano, Pizarra Cariolis, en Roma, Italia.
Participa en el proyecto “Miniaturas en Portadas” presentado en la Galería Arte Berry. Evento organizado por María del Carmen Ossaye. Zona Colonial. Santo Domingo. República Dominicana.
Realiza su 3ra muestra individual Poblando mi silencio, en la Salas de Barna Business School, en Santo Domingo. República Dominicana.
Participa en la muestra colectiva “Murales del Arte Dominicano”.
Malecón Center. Santo Domingo. República Dominicana.
2007
Realiza su 4ta muestra individual Poblando mi silencio, en la Salas de Barna Business School, en Santo Domingo. República Dominicana.
Participa en la “Exposición Gráfica de América Latina y el Caribe”, Museo de Arte de Ponce, Puerto Rico.
Participa en la muestra colectiva en homenaje al centenario del nacimiento del poeta Manuel del Cabral. En la Galería Unión Latina.  Santo Domingo. Republica Dominicana
2008
Para
conmemorar los 164 años de la Independencia Nacional de la República Dominicana, participa en la muestra “27 Artistas Visuales Dominicanos”, organizada en el Centro Cultural de España, en Lima, Perú.
Las obras de Natalia Conde Bidó pertenecen a colecciones privadas e instituciones bancarias localizadas en Inglaterra, España, México, Argentina, Estados Unidos, Puerto Rico, Irak, Perú, Italia, y República Dominicana.

Más info en:
www.nataliaconde.com